SALVACIÓN: ES UNA DECISIÓN

Decisión:

La Biblia indica que la Salvación se recibe por la Decisión personal de creer, aceptar a Jesucristo como Salvador, honrarle y servirle. Es una DECISIÓN.

Escrito está 

Deuteronomio 30:19. Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!

Josué 24:15. Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus antepasados servían al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia serviremos al SEÑOR.

Éxodo 32:26. Se paró Moisés a la puerta del campamento, y dijo: El que esté por el SEÑOR, {venga} a mí. Y se juntaron a él todos los hijos de Leví.

Rut 1:15-16. Entonces {Noemí} dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada. Pero Rut dijo: No insistas que te deje {o} que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo {será} mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

Deuteronomio 30:19. Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!

No es fácil tomar la Decisión de aceptar a Jesucristo como tú Salvador, porque eso incluye renunciar a tu propio ego,  hacer morir lo carnal, lo mundanal, el orgullo, la altivez, la arrogancia, la mentira muchas veces hasta ser despreciado, burlado, dejar los dioses falsos que tenemos en primer lugar de nuestras vidas: Idolatría, familia, amistades, trabajo, posición, y todo lo que al Señor no le agrada, como lo dice su palabra:

lucas 14:31. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo.

lucas 14:26. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a {su} mujer e hijos, a {sus} hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Marcos 8:34. Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.

1 Corintios 6:9-10 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios.

Efesios 5:5. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, ó inmundo, ó avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Apocalipsis 22:15. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.

Reflexionando…

Nuestra vida gira en torno a las Decisiones que diariamente tomamos (a veces a la ligera, sin tomar en cuenta las consecuencias a largo plazo). Decidimos diariamente que comer, vestir, hacer. Decidimos que estudiar? con quien me casaré? Lamentablemente, muy poco se piensa para decidir… ¿Dónde pasaré la Eternidad?

Hoy te invito a reflexionar sobre este asunto, que es muy serio, porque de la decisión que tú tomes, aquí en la tierra, a quien tú decidas creer, y servir espiritualmente, viene el resultado de tú eternidad.

Mateo 10:32. Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Romano 1:16. Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego.

Te animo hoy a tomar la Decisión de aceptar a Jesucristo y su regalo de Salvación. Te aseguro será la Decisión más sabia y grande que habrás  tomado en esta tierra. Sólo decídete y lo demás lo hará el Espíritu Santo en ti.

Puedes hacer esta oración: Señor Jesús, reconozco que he vivido de espaldas a ti, hoy te acepto, me arrepiento, te pido perdón por mis pecados, y haz  de mi una nueva persona, Te recibo como mi único y suficiente Salvador.

Si lo hiciste, te animo a seguir adelante, escríbeme, y te ayudaremos. Paz a tu vida.