PORQUÉ EL MIEDO? CERRAR LAS PUERTAS, CUALES, POR QUE?

PORQUÉ EL MIEDO? 

En mi búsqueda para recibir del Señor Palabra, meditar, reflexionar y tener que compartir con ustedes. En el Espíritu Santo, un día antes de escribirles fui ministrada con la siguiente cita bíblica.

Escrito está: Isaías 26:20 “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento,  en tanto que pasa la indignación”.

Esta palabra últimamente ha sido muy sonada e interpretada, además usada para de alguna forma justificar lo que el pueblo de Dios está viviendo actualmente. Sin embargo, al meditar su trasfondo e indagar su concordancia hacia otros versículos bíblicos, sentía tanta paz, confianza, seguridad en el Señor, tanta que algunos temores, dudas y miedos que me atacaban humanamente, fueron desapareciendo de mí. Aleluya! Su palabra es viva y eficaz, digna de ser recibida por todos.

Meditemos un poco en estas tres cosas, dice: tus aposentos, tus puertas,  indignación.

Aposentos: Alojamiento temporal y asistencia que se da a alguien. (Tus aposentos, no los de Dios) nuestra mente y corazón no puede alojar el miedo, el temor, los rumores del sistema.

Puertas: Abertura que permite acceder al interior de un lugar. (Tus puertas, no las de Dios) no le podemos abrir paso a la duda, a la depresión, a nada que nos mueva de la confianza y de la promesas del Señor para nosotros.

Indignacion: Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos.

Cuando medité en esas tres palabras, el Espíritu Santo me decía por qué tienes miedo, porque mi pueblo está atemorizado, porque escuchan más la voz del enemigo, del mundo, que la mía? Recordé:

1 Reyes 19:11-13.  11 El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. 13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?

Entendí que todas estas cosas horribles y feas que estamos viendo a nivel mundial, no son de Dios para su pueblo, para los que hemos aceptado a su hijo Jesucristo como nuestro “Salvador”, entendí que su Santa sangre que derramó por nosotros nos limpia, nos protege y nos libra de esa Indignación. Que sus Juicios y su ira no son para su pueblo, que a su pueblo les toca son sus Promesas, y que debemos estar tranquilos, esperando en El, Él  está peleando para que ninguna de esas promesas caiga a tierra, si no  que seamos bendecidos por su Santa palabra.

Reflexiona hoy...

Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. Deuteronomio 31:6 .

Si esta palabra está haciendo algo en ti, tómala, disfrútala, deja ahora mismo que el señor disipe todo miedo, cierra las puertas a todas voces satánicas que te quieren alejar y mantener esclavo a las mentiras del enemigo.

Si estás angustiado, en aflicción, preocupado, por el futuro, recuerda que tu vida esta escondida en Cristo, entonces entra, cierra  las puertas,  a  un lugar de comodidad donde encuentres compostura para tu alma. Ese lugar  secreto es tu habitación, allí en tu mente deja que Dios susurre a tu oído lo  que Isaías describe de esta manera: “Tú “[El Señor] guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).

Cuando el Señor nos dice: “Cierra la puerta”, nos está diciendo la necesidad de cerrar las muchas voces de preocupación que surgen en nuestras cabezas. Debemos cerrar la puerta a todos los pensamientos sobre el mañana y sobre los eventos mundiales. Recuerda sus Promesas, medita en las veces que te ha librado, hasta que ,Él cumpla sus Propósitos y planes en ti, no te dejará, nada podrá hacerte frente, daño, Él cuidará de su pueblo, las puertas del hades no prevalecerán sobre alguien que confía plenamente en Él y sus promesas.

Dios bendiga tu vida. Ahora mismo te invito a que le digas al Señor en oración lo que te mantiene temeroso, asustado, y luego recita una Promesa bíblica que haga al enemigo temblar, cambia tus temores y miedos por las promesas del Señor...Bendiciones. Paz.